Las sustancias antimicrobianas son producidas por microorganismos o sintetizadas químicamente y tienen como finalidad destruir, impedir o retardar la multiplicación de otros microorganismos, estos son los llamados antibióticos.
La antibióticoterapia se usa para el tratamiento de pacientes con signos de infección. Para el uso adecuado de estos se necesita una cierta información sobre el paciente:
- Edad, sexo.
- Antecedentes de hipersensibilidad a antibióticos.
- Coixistencia de la infección con otra enfermedad base.
- Uso previo de antibióticos y la duración.
- Estado inmunológico/coagulopatías/alergias.
- Hospitalización previa y duración.
La antibióticoterapia puede ser utilizada de forma empírica, cuando se desconoce el agente causal, o etiológica, cuando este ya ha sido identificado. En ambos casos el antibiótico seleccionado tiene que ser eficaz y seguro, para eso se tendrá en cuenta:
- Composición y características farmacológicas.
- Dosis y forma de absorción.
- Vía y período de administración.
- Interacción con otros antibióticos.
- Efectos adversos.
- Epidemiología de infecciones prevalentes en el hospital.
- Costo.
- Disponibilidad.
A pesar de que aislar el agente etiológico es beneficioso, debido a que facilita la elección del tratamiento más adecuado, no siempre es posible. Aunque, debe ser obligatorio en casos de infección hospitalaria y en aquellos con infecciones comunitarias graves.
Las posibilidades de obtener un mejor benificio para el paciente será mayor cuanto antes se inicie el tratamiento con el antimicrobiano adecuado.
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